jueves, 25 de abril de 2013

Actividades T.6


   1.  En los textos que figuran a continuación se describe a personas. ¿De qué tipo de descripción se trata?

   2.  Lee detenidamente los siguientes textos y luego contesta a las preguntas que se plantean.

   a.    ¿Qué tipo de descripción hay en el texto A? Justifícalo.
   b.    ¿Qué formas verbales utiliza el texto A?
   c.    ¿Es una descripción técnica o literaria? ¿Por qué?
   d.    El texto B presenta una descripción subjetiva, ¿por qué? ¿Qué rasgos de la catedral  llaman la atención del escritor?
   e.    En el texto C se describe la catedral de Burgo de Osma. ¿Qué diferencias observas con respecto al texto anterior?
   f.    ¿Qué significa la expresión “gótico flamígero?

  3.  Estos enunciados están en estilo directo. Conviértelos en estilo indirecto.

     a.    El médico contestó: “Es usted muy amable, teniente”.
    b.    “-¿Dónde está Manrique? ¿Dónde está vuestro señor?”- preguntaba algunas veces su madre.
    c.    - Amigo mío- dijo la anciana, poniéndose de pie y secando las últimas lágrimas con los flacos dedos, que parecían raíces-, hablando de mis cosas se nos ha pasado el tiempo, y usted…, ya no puede buscar albergue en otra parte.

  4.  Localiza los fragmentos que aparecen escritos en estilo directo libre y luego pásalos a estilo directo e indirecto.
    a.    Ana, inmóvil, había visto salir al Magistral sin valor para detenerle, sin fuerzas para llamarle. ¡Aquel señor canónigo estaba enamorado de ella!
    b.    Otra vez se quedó doña Berta con sus pensamientos. Su capitán, de seguro, no había vuelto porque no había podido; no había sido un malvado, como decían los hermanos; había sido un héroe… 

   5.  Lee el siguiente texto y contesta las preguntas.




    a.    ¿Qué estructura presenta, analizante o sintetizante? Explícalo.
    b.    ¿Cuál es el tema?
    c.    ¿Es un texto divulgativo o especializado? Razona la respuesta
    d.    Determina las características lingüísticas

  6.  Señala los tipos de argumentos que se emplean en los textos y enunciados siguientes.






martes, 9 de abril de 2013

TEMA 6. El texto y sus variedades


1.             El texto o discurso
2.            Los marcadores
3.            Tipología textual
4.            Textos orales y escritos
5.            La descripción
6.            La narración
7.            El diálogo
8.            La exposición
9.            La argumentación


1.         EL TEXTO O DISCURSO

            Del mismo modo que los fonemas se combinan para formar palabras y las palabras se integran en los sintagmas para constituir oraciones, estas últimas se conectan entre sí ordenándose en secuencias superiores, los párrafos, que a su vez configuran el texto o discurso, máxima unidad lingüística y de comunicación.

            Tres son las propiedades fundamentales de los textos: adecuación, coherencia y cohesión.

     A. La adecuación

        Un texto es, ante todo, un acto de comunicación, de ahí que su forma y contenido deben adaptarse a las características de los elementos que integran la situación en que se produce dicho texto: es decir,  quiénes son el emisor y el destinatario, con qué finalidad se crea, de qué asunto trata o a través de qué canal se transmite.

            Por ello no sería apropiado que un periódico publicase la noticia del fallecimiento de un Jefe de Estado en estos términos: "Esta madrugada ha estirado la pata el Presidente de la República". La expresión "estirar la pata" no resultaría chocante en el ambiente distendido de un grupo de amigos que se divierte contando chistes, pero sí para referirse a un asunto de tal gravedad.

     B. La coherencia

        El contenido de un texto debe articularse en torno a un núcleo informativo (tema o idea principal), estrechamente vinculado a la intención comunicativa del hablante y que actúa como eje vertebrador de otras informaciones de carácter secundario. Así, por ejemplo, la secuencia "Hoy es martes. Me gustan los pimientos fritos. Mi hermano está en Alemania" no es un texto, pues carece de unidad temática.

     C. La cohesión

            Las distintas partes que integran un texto deben estar formalmente conectadas entre sí a través de procedimientos lingüísticos con los que se pone de manifiesto la unidad estructural y significativa del mismo. Uno de los procedimientos de cohesión más habituales es el empleo de los llamados marcadores, conectores supraoracionales o enlaces extraoracionales.

  
2.         LOS MARCADORES

            Los sucesivos párrafos de un texto, así como las estructuras oracionales que lo integran, se relacionan entre sí mediante unos elementos que reciben el nombre de marcadores o conectores extraoracionales. Por lo general pertenecen a la clase de los adverbios, conjunciones, interjecciones o locuciones. Los más frecuentes son estos:



3.         TIPOLOGÍA TEXTUAL

            Si partimos del hecho de que todo texto es un acto de comunicación en el que intervienen una serie de elementos que la hacen posible (emisor, receptor, canal, código, mensaje y situación), podríamos establecer la siguiente tipología textual:





            En la realidad lingüística esos ejes se entrecruzan en un complejo entramado de relaciones que da lugar a una multiplicidad de registros idiomáticos cuyos límites son, por lo general, imprecisos.

            De todos modos, en determinadas situaciones convergen en un mismo acto de comunicación las mismas modalidades discursivas: es el caso de los llamados lenguajes específicos (técnico-científico, jurídico-administrativo, ensayístico-humanístico, literario), que son discursos cultos, formales y escritos, o el de los lenguajes coloquiales (familiar, juvenil, proverbial, conversacional...), que son variedades informales, orales, habitualmente encuadradas en el nivel estándar o vulgar de la lengua.

            Más heterogéneos son los textos generados en los medios de comunicación de masas (periodísticos, publicitarios), en los que confluyen lo culto y lo estándar, lo formal y lo informal, lo oral y lo escrito, lo lúdico y lo estético, lo informativo y lo propagandístico, así como códigos verbales y no verbales.

4. TEXTOS ORALES Y ESCRITOS

            Según el medio físico a través del cual se transmiten, los textos pueden ser orales o escritos. En los primeros la lengua suele ser más expresiva, espontánea e improvisada, y, por ello, imprecisa; en los segundos, por el contrario, permiten la reflexión previa y la posterior corrección, de ahí que su lengua sea más elaborada, precisa y explícita.

            Entre los textos orales cabe distinguir:


            Son géneros escritos la descripción, la narración, el diálogo, la exposición y la argumentación.


5.        LA DESCRIPCIÓN



La descripción es una variedad del discurso con la que se reproduce verbalmente una parcela de la realidad, destacando sus rasgos característicos.



A.  Tema



Cualquier parcela de la realidad, ya sea material o inmaterial, puede ser objeto de una descripción.

Cuando el tema es la realidad física, se pretende hacer ver al lector las cualidades o propiedades de un objeto, un paisaje (natural o urbano), un animal o una persona. En el caso de los seres humanos la descripción recibe distintos nombres, dependiendo de que el interés del escritor se oriente hacia el aspecto físico (prosopografía), lo moral o psíquico (etopeya), o una mezcla de ambos (retrato); si, por el contrario se ofrece una visión deformada del individuo, exagerando sus rasgos más llamativos con intención ridiculizadora, nos encontramos ante el retrato caricaturesco.

Cuando se describen realidades abstractas, como sensaciones (por ejemplo, un calambre o un dolor de muelas), estados de ánimo o sentimientos (angustia, nostalgia, temor...), o lo que se busca es que el receptor sienta también esas experiencias.

B.   Tipos de descripción

           Se pueden distinguir dos tipos de descripción: la técnica y la literaria o subjetiva.



6.        LA NARRACIÓN



La narración es una variedad del discurso que consiste en la ordenación de una serie de sucesos, reales o imaginarios, en el tiempo.



A.  Tema



En todo relato se narran acontecimientos de la vida real, si bien en la Literatura el escritor recrea con su imaginación los hechos y personajes de la historia. Pero esas alteraciones resultan verosímiles, es decir, creíbles: los sucesos narrados parecen verdaderos, aunque no lo sean.

HISTORIA, ARGUMENTO Y TEMA

No debemos confundir los conceptos de historia, argumento y tema. La historia es la sucesión de los acontecimientos según el orden cronológico y el principio de causa-efecto. El argumento, en cambio, contempla los sucesos en el orden escogido por el novelista. El tema expresa la idea fundamental que quiere transmitir el escritor.

B.   Estructura

Un relato tiene estructura cerrada cuando su autor diseña la trama ajustándose a un plan preconcebido. Así, la novela tradicional organiza la historia en planteamiento, nudo y desenlace, respetando el desarrollo cronológico de los hechos. Sin embargo, dentro de este esquema clásico caben ciertas alteraciones que afectan al orden de presentación de los acontecimientos:

·         Una de ellas es la narración in media res (en la mitad del asunto), que consiste en comenzar el relato por sucesos que, según un estricto criterio cronológico, deberían contarse más adelante; con esta técnica se pretende despertar el interés del lector desde el principio.
·         Ese mismo objetivo se persigue con el procedimiento de empezar la narración por el desenlace, hecho muy habitual en la novela contemporánea.

La estructura es abierta cuando el relato parece que se desarrolla sin un plan previamente perfilado. En este caso no hay un planteamiento, un nudo y un desenlace, sino una yuxtaposición de episodios que se suceden alternativamente y que, en ocasiones, ni siquiera mantienen una relación entre sí.

C.   Personajes

Constituyen uno de los elementos básicos de la estructura narrativa: sin ellos no es posible la acción. En el análisis de los personajes debemos considerar:

·         CREACIÓN: Unas veces los personajes representan una idea: como en el caso de don Quijote y Sancho, que simbolizan el idealismo y el realismo. En otras ocasiones el autor reproduce en ellos su propia forma de ser y pensar o las extrae de la realidad exterior.

·         FUNCIÓN: Atendiendo al papel que desempeñan en la obra, pueden ser principales, secundarios o fugaces.



·         CARACTERIZACIÓN: Consiste en definir su personalidad. Se distinguen dos tipos: planos / redondos. Los primeros se comportan siempre de la misma manera, son incapaces de sorprendernos, mientras que los segundos, presentan una mayor complejidad, son enigmáticos, imprevisibles, contradictorios.

D.   El espacio y el tiempo.

El espacio es el escenario donde transcurre la acción y se desenvuelven los personajes.

El tiempo es el momento en que se produce la acción. Conviene distinguir entre tiempo externo, que alude a la época o periodo histórico en que se desarrollan los hechos, y tiempo interno, que comprende tanto la duración de esos sucesos como el orden cronológico en que los presenta el autor.

E.   El punto de vista.

Es el ángulo de visión o perspectiva desde el que se cuenta la historia. Al elegir un punto de vista u otro el autor decide, no sólo quién relata los hechos, sino también el grado de conocimiento que de esa historia tiene el propio narrador.

La elección del punto de vista da lugar a múltiples y complejas técnicas narrativas:



F.   Caracterización lingüística.

En los textos narrativos predomina la acción. Y , precisamente, por este carácter dinámico destaca, frente a otras clases de palabras, la presencia del verbo y de estructuras oracionales predicativas, articuladas en torno a formas verbales que significan acción o proceso.

Las alusiones al tiempo en que se producen los hechos se hacen explícitas a través de las formas verbales del pasado: el pretérito indefinido (cantó), el pretérito perfecto (he cantado) y, en los pasajes descriptivos, el pretérito imperfecto (cantaba).

De todos modos, para evitar la monotonía y hacer más vivos los relatos, el autor recurre frecuentemente al presente histórico.


7.        EL DIÁLOGO



El diálogo es una variedad del discurso en el que dos o más personajes se alternan en el uso de la palabra.



A.  EL DIÁLOGO EN LA NARRACIÓN

La voz de los personajes se inserta en la narración a través del diálogo, que adopta tres modalidades: estilo directo, estilo indirecto e indirecto libre.






B.   EL DIÁLOGO TEATRAL

La esencia del teatro es el diálogo. En los textos teatrales hay que distinguir el discurso dramático y las acotaciones.

El discurso dramático lo forman el diálogo propiamente dicho, el monólogo ( en el que un solo personaje expresa sus emociones, sus conflictos y muestra su carácter) y el aparte (convención dramática gracias a la cual un personaje hace un comentario que no es percibido por su interlocutor, pero sí por el público).

Las acotaciones son las indicaciones del dramaturgo sobre las circunstancias en que se desarrolla la acción (lugar, tiempo, movimientos, gestos e indumentaria de los actores).


8.        LA EXPOSICIÓN

La exposición es un tipo de escrito mediante el cual se desarrolla un tema de forma clara y ordenada (profundizando en él, modificándolo en parte o revisándolo totalmente) con la pretensión de que otras personas lo entiendan.

A.  Tema

Los textos expositivos abordan temas relacionados con el saber y la cultura, de ahí que esta variedad del discurso se emplee preferentemente en la transmisión de los avances científicos y tecnológicos, en el ámbito académico, en la actividad jurídica y administrativa, en las disciplinas humanístcas o en el mundo del periodismo. El lenguaje que utiliza, por tanto, pretende ser claro y preciso.

B.   Estructura.

Como ocurre con todas las variedades del discurso, no podemos habar de una estructura fija. La organización de los contenidos depende, por lo general, de la naturaleza del texto y la intención de quien lo escribe.

Como habitualmente nos enfrentamos a fragmentos extraídos de textos más amplios, lo más conveniente es fijarse en el modelo de organización lógica elegido por el autor; es decir, de qué forma se articulan las ideas. Así, la estructura del escrito puede adoptar dos modalidades:



A.  Tipos de textos expositivos.
           
Si tenemos en cuenta la intención del escritor, así como el tipo de público a quien se dirige, se pueden establecer dos modalidades de exposición: la divulgativa y la especializada.

-       Los textos divulgativos van destinados a personas que no son especialistas en la materia. Ello exige un cuidado especial en la presentación de los contenidos: deben estar perfectamente claros y ordenados. Para que la información resulte comprensible el autor suele apoyarse en esquemas, resúmenes y ejemplos.

-       Los textos especializados, por el contrario, van dirigidos a un público minoritario que posee amplios conocimientos sobre la cuestión; generalmente se trata de profesionales. En este caso es imprescindible prestar atención rigurosa al tratamiento del tema, por lo que se hace necesaria la presencia de tecnicismos.

B.   Caracterización lingüística.

Pero al margen de estas diferencias, tanto unos como otros presentan unos rasgos comunes que los aproximan a la descripción técnica, variedad del discurso que suele integrarse en los textos expositivos. Estos rasgos son:




9.        LA ARGUMENTACIÓN

La argumentación es un tipo de discurso con el que, mediante razonamientos, se pretende convencer a otras personas de la veracidad o solidez de una idea. Suele aparecer integrada, junto con la exposición, en el marco de una estructura superior expositivo-argumentativa.
  
         A.   Tema

Los textos argumentativos tratan temas sometidos a controversia. Por ese motivo es la variedad del discurso habitual en el ensayo, en las disciplinas humanísticas o en los géneros periodísticos de opinión (editorial, columna, artículo de colaboración).

         B.   Estructura

Dos son los elementos básicos de un texto argumentativo: la tesis, que es la idea fundamental donde se recoge la opinión del autor, y el cuerpo de la argumentación. Ahora bien, esos elementos pueden ordenarse atendiendo a diversos esquemas organizativos. Destacaremos tres:


         C.   Clases de argumentos

Atendiendo a la función que cumplen pueden distinguirse los argumentos de apoyo y los contraargumentos. Los primeros sirven para confirmar la tesis. Los segundos se utilizan para anular los argumentos aducidos por el adversario (argumentos contrarios) o para invalidar las objeciones planteadas a la tesis.

Por lo que respecta a su contenido hay que diferenciar los argumentos lógicos de los analógicos.

Son argumentos lógicos:

·         El argumento de autoridad. Se apoya en la opinión de personalidades de reconocido prestigio y se formaliza mediante el procedimiento de la “cita textual”.

·         La ejemplificación. Consiste en demostrar la validez de una idea de carácter general citando casos concretos en los que esa idea se cumple.

·         El sentir general de la sociedad. En ocasiones la argumentación se sustenta en aquellos valores, creencias o principios morales por los que se rige la sociedad. Así, cuanto más alto sea el índice de aceptación del valor en el que se apoya un argumento, mayor consistencia tendrá éste.

Entre los argumentos analógicos cabe mencionar la comparación y la metáfora. En ambos casos se deduce la veracidad de un hecho por su semejanza con otro hecho de cuya certeza tenemos constancia.
  
         D.  Tipos de textos argumentativos

Si tenemos en cuenta el ámbito de actuación, pueden distinguirse dos tipos de argumentaciones, la científica y la subjetiva.



          E. Caracterización lingüística









RECAPITULACIÓN